(The Majestic - El Majestic) Epifanía Lacaniana

Hay películas que son difíciles de recomendar o de encasillar en algún puntaje. The Majestic, es una de ellas. Son esas películas en las que yo al menos me encargo de aclarar, para evitar malentendidos posteriores, es una película rara, no se si le gustará a cualquiera. ¿Mi opinión personal? Un ocho, por lo menos... Si bien un tanto acaramelada. 

Como se podrá observar me apasionan más las criticas encontradas, es decir, o las críticas de  aquellas películas que amo y fascino, o las de aquellas que hasta el día de hoy me pregunto como fue que a alguien se le ocurrió siquiera filmarlas. Pero de vez en cuando, descubro Films, como este, que si bien escapa al gusto convencional, despierta ciertos timbres en mi cabeza que creo, merecen ser rescatados.

The Majestic (voy a realizar aquí la excepción de relatar un poco la historia) desarrolla la historia de un director de cine (Jim Carrey) que luego de ser acusado de comunista, tiene un accidente, por el cual termina a orillas de un pueblo, habiendo perdido la memoria. Allí, lo confunden por un muchacho que creían muerto en la guerra. Hasta aquí el argumento.

Al margen de las actuaciones, que creo bastante acertadas, si bien no deslumbrantes; hay un aspecto que quisiera destacar de esta película y me parece merecedor de reflexión. Y disculpen, si la psicología se me cuela aquí entre las letras. Pero bueno, seis años no son en vano. El personaje de Jim Carrey (Peter Appleton) me permite teorizar sobre un aspecto humano que me resulta particularmente fascinante. Ya lo dijo Lacan alguna vez: la realidad, tiene estructura de ficción. Como nos creemos a cada segundo, a cada instante de nuestra historia, ser quien somos... Y si por un instante o equis causa, nos cambian las coordenadas, como humanos, somos capaces de rearmar el rompecabezas de la identidad y compenetrarnos en este nuevo papel, como si nunca hubiera sido de otra manera. Mismo en el caso de Peter, la manera en la que recobra, su anterior carácter y papel, al recobrar la memoria, da cuenta de esta maleabilidad en el ser. Y no me refiero únicamente al caso de un sujeto, que por perder la memoria, pierde completamente todo vínculo y referencia. Sino que pienso... cuantos cambios suceden en nuestras vidas...cuantas veces creemos haber cambiado... Y sin embargo, creemos tener un dejo inamovible, inmutable, que nos permite seguir existiendo. ¿Será tal? Digo, al fin y al cabo...un día fuimos hijos, mañana hermanos, con suerte padres y la salida, vemos. Y frente a cada uno de estos títulos creemos tener ciertos rasgos que nos dicen quienes somos. Sin embargo, quizás no seamos ninguno....y somos todos al mismo tiempo. Como nos cambian las circunstancias y nosotros a ellas, dependiendo con la lupa que las miramos. Cada uno tiene su fantasma, dijo Lacan, que vela nuestra realidad. Y nos permite tener un ser, en esa creación que es el yo de cada uno. Que fascinante la capacidad del humano, de crearse y rehacerse a si mismo. Citando a Jaques una vez más: Ser psicoanalista es, sencillamente, abrir los ojos ante la evidencia de que nada es más disparatado que la realidad humana.

(Spanglish- Espanglish) Guat a porquery

Creo haber dejado bastante claro que detesto a Adam Sandler. ¿O esa palabra se queda corta? No me causa gracia, ni simpatía, lejos de ello, me causa desagrado, desprecio, un profundo rechazo por seguir observando la pantalla. Pero, demosle el gusto, a otra gente (no a mi,claro está) la hace reír ese tipo de humor. Quizás, tal vez, como humorista tendrá ""lo suyo"". Ahora, al momento de hacer películas "serias" , OH-My-God. 

Esta película no solo es una suma horrorosa y prejuiciosa de clichés mexicanos y españoles, sino que para completarla, las actuaciones son paupérrimas. La odié tanto, que no se por donde empezar. Quizás mejor por el final, ya que me tuve que obligar a terminar de verla, solo para no sentirme hipócrita al escribir esto.

Respecto a las actuaciones, no se que me molestó más. Si Adam Sandler haciendo de "él sensible" con una cara de idiota, que no le hace justicia al termino, o Tea Leoni haciendo un más que obvio papel de mala madre, mujer, etc. Ah si, porque eso es lo peor. Se supone que la película debe "sorprender" con ciertos "desenlaces", que por cierto, se ven venir desde el primer minuto. Por si todo esto fuera poco, Paz Vega, (de quien debo decir, no he visto nada más, por lo que hablaré por su performance en esta película únicamente) intenta desmesuradamente copiar a la increíble Penolepe Cruz. Olvídalo, solo tenés un aire. Y unos aros parecidos, por cierto.

Entre Adam Sandler gritando sin sentido (todavía me pregunto porque), la falta de fluidez de los diálogos y las caras de "insatisfacción" mal logradas, llego un punto que me pregunté si no estaba viendo una parodia. Porque tal vez como una funcionaba. Sin mencionar, que ni por asomo me creí que alguna de las dos hispano hablantes lo fueran de verdad. Aunque lo sean en su vida cotidiana.

Por último, que alguien me explique a quien corresponde la frase de la película (Every family has a Hero) porque todavía me lo sigo preguntando. ¿Será la madre infiel, el padre que a los dos minutos de enterarse, se encara a la niñera o la niñera que con un demagogismo increíble convence a su hija que siga la vida que ella ha llevado, en lugar de cumplir sus propios sueños? Quizás era la abuela alcohólica, fue la que más simpática me calló. Pobre señora, como para no tomar hasta el desmallo. Pésima, malísima. Creo que Telefé pasa mejores estrenos absolutos que este, imagínense.

(Inglourious Basterds - Bastardos sin gloria) Grande Quentin

Ser una persona de estómago sensible, puede ser una gran contra, a la hora de disfrutar de esta pasión que es el cine. Las escenas sanguinolentas en estos días más bien sobran y los grandes avances en la tecnología, le dan un realismo inaudito a los cortes, tiros, despedazamientos, amputaciones. El género "Terror", por ejemplo, es para mi casi desconocido. Uno de los motivos es que la sangre baña directamente cada escena, en la mayoría de las películas de este género. El segundo, es el insomnio que este tipo de películas me provocan.

Quentin Tarantino, es sin duda, uno de los genios cinematográficos más grandes de la historia a la hora de contar un relato más bien rojo oscuro. Teñidas siempre de guiones y actores excepcionales, con un excelente uso del recurso irónico, las películas de Tarantino han quedado muchas veces para mi vedadas por sus espectaculares escenas violentas. Sin embargo, armándome de coraje, fui a ver Bastardos sin Gloria (y en pantalla gigante!). Menos mal.

Bastardos sin Gloria logra interesarnos una vez más en el ya trilladísimo mundo de los nazis y la segunda guerra mundial. Sin embargo, conquistándonos con estos nuevos y originales personajes, contada en primera persona, logra atraparnos una vez más en este horroroso mundo del genocidio humano. Como todo aquello que espanta, causa también la más profunda fascinación.

Con actuaciones realmente estelares, como la de Brad Pitt, con un acento excelentemente bien reproducido (exceptuando su italiano) y una actuación sublime que demuestra una vez más la versatilidad de este gran actor. Con la presencia de Melanie Laurent, quien con su espectacular actuación como Shosanna, nos hará empatizar con ella temblando de miedo a su lado.

Pero quien realmente logró ponerme los pelos de punta (aun viéndolo más tarde en los oscars me dio miedo) fue el alusinante Cristoph Waltz. Con una habilidad increíble para hablar más de un idioma (bravo, a las películas habladas en el idioma original, a quien se le ocurre oír a Hittler hablando en inglés, Valquiria, malísima) y una serenidad y frialdad inauditas, este espeluznante nazi nos mantendrá al pie del asiento toda la película.

Ni que hablar de las ya reconocidas escenas violentas de Tarantino. Debo confesar que fue lo único que no vi , con esa habilidad ya perfeccionada de colocar mi mano de tal manera de poder seguir leyendo los subtitulos y no perder ni una linea de la película. Con la capacidad única de cambiar el curso de la historia, Gloria a Tarantino. ¿Quien dijo que ya está todo escrito?

(Finding Neverland – Descubriendo el país de nunca jamas) I wanna be forever young

Cuantas películas habremos visto, donde Indy o algún otro, buscaba un elixir para perpetuarse hasta la eternidad. Cuantas habrán desarrollado el tópico “ser joven por siempre” (La muerte le queda bien, comedia que recomiendo fervientemente). Estadisticamente, debe ser el sueño imposible de la mayor parte de la humanidad. Si bien creo que, como todo en la vida, le damos tanto peso justamente por su brevedad y la imposibilidad de volver el tiempo atrás. El paraiso se volvió tal, solo a partir de que Adan y Eva fueron expulsados. Sino jamas lo hubieran notado.

Reflexionando, ¿que mejor que ser joven, que ser un niño? Edad de la inocencia, de la pureza, de la eterna alegria, la risa sin limites. Donde imaginar era ser. Donde el dinero no era necesario, ya que solo necesitabamos que nuestras neuronas hicieran sinapsis para ser un astronauta y estar viajando por el espacio ...todo para a los dos minutos salir corriendo, perseguido por algun vaquero luego de robar un banco. Edad donde los imposibles no existían, lo peor que nos podía pasar era que mamá cocinara coliflor o milanesas de berenjenas. Edad de los días eternos, cuando a muchos les gustaba ir al colegio, aprender (que tiempos aquellos). Ni los dias de lluvia nos detenian.

Pero un dia termino...y como todo lo que se pierde, recien ahi uno se da cuenta de lo que ya nunca volvera. Esta pelicula, hermosa como pocas, nos invita a intentar rescatar aquellos vestigios que quedaron en lo profundo de nuestra alma. Aquella inocencia perdida. La alegria sin limites.

Con una delicadeza impecable, esta historia emociona hasta las lagrimas. Si, aquí no busquen una comedia.

Con el irremplazable Johnny Depp en el papel de “Peter”. Mejor elección actoral para este papel imposible. El multifacetico Johnny no decepciona, y nos mete en este mundo imaginario sin la menor dificultad. Con Kate Winslet como co-protagonista, desde un lado mas escéptico en un principio, pero que termina sucumbiendo ante este mundo mágico, que por un rato nos hace olvidar el pesimismo de la vida adulta.

Esta pelicula me hace pensar: ¿porque nos volvemos tan amargados? ¿Porque se pierde esa capacidad maravillosa de viajar con nuestra mente a mundos maravillosos donde el tiempo deja de correr y las leyes de la física desaparecen? Quizás por eso me gusta el cine. Porque al menos por unas horas permite a nuestras imaginaciones apagadas, acalladas por la rutina cotidiana y “los problemas” de la adultez, volver a viajar por el tiempo, volver a ser astronauta, poliladron, volver a volar con tan solo pensar en algo feliz. Quien no quisiera volver al país de nunca jamas... Gracias a dios, los tickets estan a la venta. En esa pantalla maravillosa que estos increibles directores nos acercan. Al verla uno se siente como los niños en la noche de estreno en el teatro. Que escena que recuerdo y me pone la piel de gallina. I suppose it's like the ticking crocodile, isn't it? Time is chasing after all of us, isn't that right?

(Due Date - Todo un parto) Ni tanto ni tan poco

Visto y considerando la que suele ser mi opinión sobre este tipo de películas, el título de esta crítica podría estar casi entregado en bandeja. Debo decir que no es fácil que una comedia me haga reír. (Okey, lo acepto). O mejor dicho: la típica comedia americana no me hace ni sonreir. Ni los golpes, ni los sexismos, ni  que se tiren pasteles... No me lo elijan a a Adam Sandler de protagonista, porque  no detendrán mi verborragia reprobatoria jamás. 

Si el dicho popular cita "sobre gustos no hay anda escrito", creo que el humor es el más claro ejemplo de ello. Y no es por subirme a ninguna pedestal o semejante, pero el humor chabacano no me atrae en lo más mínimo. Antes que ver una comedia con Colin Ferrell me hago una colonos copia, gracias. Bien, quedo claro. Prosigo.

Pero... He aquí el gran "pero". Si bien con tan solo mirar la cubierta, hubiera rápidamente descartado este libro, decidí darle una oportunidad. (en detrimento de mi co-cinéfilo, quien quizás tiene mejor humor que yo... quizás) Debo decir, mea culpa, que podría haber sido peor.

Hipotetizo, que en gran parte, se debió al toque de Robert Downey Junior (si, sigo completando su filmografía), quien le sumó acertadamente un toque un tanto más "profundo" si se quiere, a la hora del dialogo entre estos dos personajes. Por otra parte, Zach Galifianakis (que te recontra, por las dudas!) en su papel del "tonto" del dúo, no lo es tanto, con lo cual se hace tolerable. Sumada alguna escena diferente al típico viaje de la pareja despareja recién conocida (clichéééééé, por dios), casi casi que no me aburrí.

Definitivamente tolerable es el calificativo apropiado para esta película. Aunque no diría "corran a buscarla". Más bien si está por ahí, bue. Al menos no fue derecho al cadalso.